El tiempo de permanencia es un KPI (indicador clave) que sirve para valorar si el engagement de una página es bueno o no. Y además, es un factor que Google valora de cara a aumentar el posicionamiento de tu web.
¿Por qué?
Porque a mayor permanencia, Google entiende que más calidad aportas a los usuarios.
Por eso, en este post te explicamos:
Qué es exactamente el tiempo de permanencia.
Diferencias con otros conceptos SEO.
5 técnicas para que puedas aumentar el tiempo de permanencia y que así también mejore tu posicionamiento.
El tiempo de permanencia es una métrica que nos indica cuántos minutos y/o segundos está un usuario en una URL de nuestra página.
Esto es muy sencillo de comprobar.
Solo tienes que acceder al informe de audiencia de Google Analytics para ver la duración media por sesión, en relación al periodo de tiempo que hayas seleccionado.
O, dentro del informe «Comportamiento del sitio», puedes pinchar en «Contenido del sitio», y ahí en «Todas las páginas». Verás un recuadro con una lupa donde ya puedes incluir la URL del post o página que quieras revisar.
Explicado esto, ahora viene lo interesante: por qué es tan importante que controles esta métrica.
1. Por qué es importante controlar el tiempo de permanencia de tu web
Engagement.
Esta palabreja americana hace referencia al vínculo de fidelidad que nuestra marca es capaz de generar con los usuarios. Lo que a rasgos generales se puede simplificar con un: «a mayor interacción del usuario con nuestra empresa, mejor».
¿Y cómo medimos algo tan abstracto como el engagement?
Controlando KPIs que miden esa interacción de los usuarios:
Valor de vida del cliente (customer lifetime value).
Repetición de compra.
Número de «likes» o compartidos.
Tasa de apertura de nuestros emails.
Etc.
Y entre ellos está el tiempo de permanencia:
Un KPI que se usa para medir el engagement con nuestra página y para comprobar si nuestra estrategia de contenidos está funcionando adecuadamente. Lo que se traduce en usuarios satisfechos que se quedan en nuestra web más tiempo.
Aumentar este tiempo de permanencia (o tiempo en página) nos ayuda en varios sentidos:
Mejora en el posicionamiento web: para Google cada vez es más importante la experiencia del usuario dentro de una web, ya que es una forma de valorar la calidad de los contenidos que ofrece. Es lógico. Si una persona pasa más tiempo en una web que en otra, será porque le gusta, ¿verdad?
Identificar errores en la página: como por ejemplo, errores 404 o posts que no responden bien a la intención de búsqueda del usuario (hablaremos de esto más adelante).
Aumento de la tasa de conversión: en relación con lo que acabamos de comentar, también se suele medir el tiempo de permanencia en landing pages o squeeze page para identificar posibles fallos. Por ejemplo, puntos de fuga por donde se estén yendo los usuarios (en las página de venta se eliminan los menús o widgets precisamente por esto, para que el usuario se centre justo en el objetivo de la página).
Ahora que ya tenemos claro por qué debemos controlar el tiempo de permanencia, vamos a relacionarlo con otros conceptos importantes en SEO con los que suele haber bastante confusión.
2. Diferencias con el dwell time, pogo sticking y porcentaje de rebote
Empecemos explicando qué es cada uno de ellos:
Dwell time: es la métrica que mide el tiempo que tarda un usuario en regresar al buscador después de haber entrado en uno de los resultados que muestra Google.
Pogo sticking: un pogo es cuando una persona entra en un resultado y casi inmediatamente da al botón de atrás para volver al buscador. Google tiene medido cuáles son el número de pogos que necesita realizar un usuario por cada palabra clave hasta que considera que no necesita más información.
Porcentaje de rebote: otra métrica que controla el porcentaje de personas que se van de tu web sin pulsar ningún enlace. Por ejemplo, alguien que entre a leer un contenido de tu blog y al finalizar la lectura se vaya sin más.
Y ahora la relación de la permanencia con cada uno:
Confusión entre el tiempo de permanencia y el dwell time: son lo mismo salvo por una diferencia, el dwell time mide el tiempo que tarda una persona en volver al buscador, mientras que el primero solo mide el tiempo que permanece esa persona en la página.
Diferencia entre pogo sticking y porcentaje de rebote: es lo mismo que antes, mientras que el pogo registra que la persona regresa al buscador, el rebote solo mide que la persona ha visitado una única págica.
Las dos métricas anteriores se complementan con la permanencia: y siempre se suelen medir de forma conjunta, porque no es lo mismo pasarte 15 minutos leyendo un post y regresar al buscador que estar 3 segundos. A mayor tiempo permanezca, menos importa que luego salga sin visitar otras páginas.
No obstante, como idea general, es importante que quede claro que nunca es bueno que el usuario regrese al buscador para entrar en otros contenidos, ya que para Google eso significa que no respondiste bien su intención de búsqueda.
5 técnicas para aumentar el tiempo de permanencia de un web
Ahora ya sí, entramos en la parte más práctica. Veamos cómo puedes mejorar el tiempo de permanencia de tu página para que tu posicionamiento web se vea reforzado.
1. Genera una buena primera impresión
Imagina que haces clic en un resultado y al entrar en la página te encuentras una amalgama de elementos mal apelotonados. ¿Qué pensarías? Seguro que tu percepción de ese site no sería buena, ya que su diseño no te inspira confianza.
¿Resultado?
Si una web no te parece de fiar, no te vas a molestar ni en leer el contenido, automáticamente irás marcha atrás (haciendo pogo sticking) y volverás al buscador.
Recuerda lo que mencionamos antes sobre la importancia que da Google a la experiencia de usuario. Si el diseño de tu web no parece profesional, no solo perderás potenciales clientes (al no generar confianza), sino que el engagement disminuirá (y ya hemos visto que eso no nos interesa).
2. Vigila la navegabilidad de tu web
Sí, como ves, el diseño tiene un impacto muy directo en todo lo que se refiere a mejorar la experiencia de usuario y, por tanto, en el tiempo de permanencia.
Y es que a mejor navegabilidad (más intuitiva sea la página), más tiempo permanecerá en ella el usuario.
Por eso es tan importante trabajar bien:
La arquitectura web: un experto SEO debe dar con el tipo de palabras clave adecuadas para cada página, pero también, la jerarquía y cómo se dispongan en la web harán que a la persona le sea más fácil navegar por ella.
Los menús: también muy importante para conseguir que la persona no se pierda y siempre le resulte sencillo volver a la home o a otra página de categoría.
Usabilidad: si se te disparan pop-ups a cada instante o los botones son tan pequeños que hasta resulta difícil hacer clic, la persona no se esforzará mucho, a la mínima se irá a otra web que le resulte más sencilla de manejar.
Es curioso como a la hora de hablar de SEO tanta gente se centra en los enlaces, cuando en Tu Posicionamiento Web tenemos más que claro que cuando trabajas bien el diseño web (pensando en la experiencia del usuario) y lo optimizas para posicionar (trabajando bien el SEO On Page), los resultados a nivel de retorno de la inversión (ROI) son mucho más altos y estables.
3. Enlazado interno (ofrece más información)
Además de centrarte en la redacción SEO, es importante que trabajes el enlazado interno de tu web porque ayudas a que la persona visite otros contenidos o páginas, y así permanezca más tiempo.
Pero además, también es importante para:
Aportar más valor al usuario: si tus contenidos son de calidad, no tengas miedo en enlazar. Ofrecer al usuario información complementaria implica también mejorar su experiencia con la página.
Favorecer el posicionamiento de las páginas que más te interesan: cada enlace (aunque sea interno) da autoridad a la url de destino, por lo que al trabajar nuestro enlazado podemos enviar más autoridad a las páginas que más nos interesen.
Por lo tanto, siempre que tus contenidos sean de calidad (y sabemos que sí) no tengas miedo a enlazar.
La intención de búsqueda alude al tipo de información que espera encontrar una persona en los resultados de Google cuando introduce una palabra clave.
Te ponemos un ejemplo.
Imagina que buscas en Google «rutas fáciles Salamanca», y que el buscador te devuelve en el primer resultado un post sobre una ruta en Salamanca, pero para visitar bodegas de vino. Eso no es lo que tú estás buscando (que buscas rutas de senderismo), por lo que en menos de un segundo habrás vuelto al buscador para entrar en el siguiente resultado.
De ahí que sea tan importante entender bien qué espera encontrar una persona con cada contenido.
5. Cuida tu página de error 404 (además de los propios errores 404)
Tener muchos errores 404 es algo que Google valora de forma muy negativa, ya que perjudica mucho la experiencia del usuario. Por eso, como te hemos aconsejado otras veces, es importante que revises de forma regular que no tienes errores de este tipo en tu web.
Pero, si por lo que sea se diese uno, una forma de no perder esa visita (y aumentar así el tiempo de permanencia), es personalizar la página de error 404.
¿Cómo?
Incluye un botón que lo lleve hasta la página de inicio.
Si usas un buscador, incorpóralo para que la persona pueda encontrar lo que estaba buscando.
Incorpora enlaces a todas las categorías.
Si tienes un lead magnet, ofréceselo a modo de compensación (y encima gana leads). 😉
A veces es inevitable que surjan errores de este tipo, por lo que tener personalizada esta página te puede ayudar a que esa visita no se vaya.
Mejora tu tiempo de permanencia y la experiencia de usuario en general
Como te hemos explicado, ofrecer un buen engagement es decisivo para conseguir cerrar potenciales clientes y mejorar el posicionamiento web. Y para eso, es indispensable que tengas un diseño optimizado para SEO.
Y es que además de ser expertos en SEO, también hacemos trabajos de diseño web; ya que como vimos en el post, una estrategia de posicionamiento que no cuide la navegabilidad o usabilidad no será efectiva al 100%.
Experto en SEO (Posicionamiento Web). Apasionado del Marketing Online. Especialista en Diseño Web optimizado para posicionar en Google de forma honesta, con el objetivo claro de conseguir los mejores clientes para las PyMEs, sin arriesgar en ningún momento su futuro en internet.
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