“Nosotros siempre que publicamos escribimos más de 300 palabras para que se posicione en Google”.
Esta frase la oímos a menudo entre nuestros clientes.
Han leído por ahí que si un contenido es más corto que eso, Google lo considera thin content y no lo indexa.
Y claro, cuando les decimos que eso es un mito, se quedan de piedra. 😉
El thin content es un problema real de SEO, pero tiene poco o nada que tiene ver con el número de palabras que tenga un texto.
Para resolver esta duda de una vez por todas, en este post te vamos a explicar:
Hora de romper algunos SEOmitos.
Índice de contenidos del artículo:
Como siempre, empezamos por la descripción.
Thin content es el contenido de poca calidad o “contenido pobre”, que no ofrece valor a los usuarios.
O dicho de otra manera, un contenido que no responde a la intención de búsqueda del usuario.
Y de aquí, en parte, nace el mito de las 300 palabras.
Porque por ejemplo, para una búsqueda del tipo “Cómo mejorar la tasa de conversión de mis call to action”, está claro que el usuario espera encontrar un artículo extenso que trate el tema a fondo.
Por lo tanto, un post muy breve no conseguirá rankear por esta keyword.
En cambio, fíjate lo que ocurre si buscamos simplemente “Qué es una call to action”.
De los resultados que aparecen, el primero (de la web 40defiebre) y el tercero (de samuparra.com) tienen una extensión de 377 y 177 palabras, respectivamente.
Si la regla de las 300 palabras fuera cierta, esta última web ni siquiera debería estar posicionada.
Y aquí está la clave.
Google interpreta que para la búsqueda “Qué es una call to action”, al usuario le basta con una respuesta breve y directa. Mejor incluso que un artículo de 1.200 palabras.
En resumen, lo que Google quiere es que tu contenido tenga la extensión necesaria para responder la duda del usuario.
Ni más, ni menos.
Más abajo, en este mismo post veremos algunos ejemplos de lo que Google considera realmente thin content.
Pero antes de eso, queremos que tengas esto muy claro.
El mayor problema de tener contenido de baja calidad en tu web es que te hace perder posicionamiento SEO.
Y puede llegar a ser bastante grave.
Para empezar, cuando el algoritmo de Google analiza tu web y detecta un gran porcentaje de contenido pobre, te aplica una penalización SEO.
Pero además el thin content también tiene otras consecuencias nada agradables:
Como ves, además de la propia penalización de Google, muchos de estos efectos negativos también afectan de forma indirecta a tu posicionamiento SEO.
Es la pescadilla que se muerde la cola.
Dentro del algoritmo de Google, el encargado de analizar el contenido de tu web es Google Panda.
Esta parte del algoritmo te penalizará si detecta alguno de los siguientes tipos de thin content en tu web:
En el caso de que uses técnicas de black hat SEO, puedes llegar a sufrir una penalización manual de Google (lo que implica una pérdida muy grave de posicionamiento SEO e incluso la desindexación completa de tu web).
Este apartado lo vamos a dividir en dos partes:
Empezamos por el primer punto.
Si notas que tu web pierde posicionamiento de un día para otro, o bien no consigues posicionarte por muchos contenidos que publiques, puede que tengas un problema de thin content y no lo sepas.
En ese caso puedes utilizar las siguientes herramientas:
Como ves, un problema de thin content puede obligarte a gastar dinero para no perder clientes.
Así que mejor si lo atajamos de raíz. 😉
Estas son algunas pautas que debes tener en cuenta a la hora de crear tus contenidos y que te evitarán recibir una penalización por thin content (y de paso también te servirán de guía para solucionarlo si ya tienes este problema).
En otras palabras, todo lo que publiques en tu web deberá ser contenido que tú hayas creado y que no se pueda encontrar en otra página.
Esto incluye:
Y esto no es solo por una cuestión de SEO.
Es que si tu negocio dice exactamente lo mismo que todo el mundo, ¿por qué iba un cliente a elegirte a ti? 😉
Lo hemos dicho antes en este mismo post, pero es un concepto tan importante que queremos hacer hincapié en él.
La mejor forma de evitar una penalización por thin content es ofrecerle al usuario información de valor.
Eso significa tener en cuenta la intención de búsqueda para una palabra clave concreta, pero también:
Un tiempo de permanencia bajo y un alto porcentaje de rebote son la principal señal de que al usuario no le resulta útil el contenido de una página.
Los blogs de tu competencia pueden ser una buena fuente de ideas cuando no sabes sobre qué escribir.
Pero ojo, que no se trata de hacer un post frankenstein cogiendo un párrafo de aquí y otro de allá (algo que, por desgracia, vemos bastante).
Lo que tienes que hacer es tomar esos artículos como referencia para escribir el tuyo propio, aportando tu visión personal.
Esto es lo que se llama “curación de contenidos”, y es una práctica que te permitirá encontrar temas para tu calendario editorial sin caer en penalizaciones.
Un truco menor, pero ya sabes que en SEO todo suma. 😉
Si bloqueas el acceso del robot de Google a las partes de tu web que no te interesa posicionar (como las páginas legales), te asegurarás de no desperdiciar el crawl budget.
Esto se suele hacer desde el archivo robots.txt o indicando la directiva «noindex», pero es un proceso delicado. Si no estás muy seguro de saber cómo hacerlo, lo mejor es que se lo dejes a tu diseñador web o al experto SEO.
En los 12 años que llevamos con la agencia hemos creado estrategias de contenidos para muchísimas webs.
Y gracias a esa experiencia tenemos una buena perspectiva de lo que Google considera contenido de calidad.
Si tú también necesitas ayuda con esto y quieres tener la tranquilidad de que Google no te va a penalizar, puedes ponerte en contacto con nosotros y contarnos tu caso.
Nosotros nos encargaremos de que tu página se haga amiga de la gran G y te traiga nuevos clientes de forma constante. 😉
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