Habrás oído eso de que hasta los cantantes más veteranos se ponen nerviosos justo antes de salir al escenario, aunque sea su enésimo concierto.
Pues a los emprendedores nos pasa algo parecido.
Ni haber montado otras 100 empresas con éxito te hará inmune al miedo cuando te decidas a crear la 101. La inseguridad va a estar siempre contigo, y por mucho que lo intentes no vas a poder “sacudírtela de encima”.
Sabemos que es frustrante, pero la realidad es esa.
Pero es que no se trata de cómo librarte del miedo a emprender… sino de cómo emprender a pesar del miedo.
Y de ahí este post.
Aquí te explicamos cuáles son las dudas más comunes entre los emprendedores (incluso entre los más experimentados) y cómo evitar que te paralicen.
¿Preparado para ponerles la mordaza a tus inseguridades? 😉
Índice de contenidos del artículo:
✅ Cómo superar el miedo a emprender de nuevo y hacer realidad tu proyecto
Ahora mismo puede que estés en uno de estos casos:
- Ya tienes un negocio propio, pero con la crisis estás perdiendo ventas y buscas un plan “B”.
- Has tenido que echar el cierre a tu empresa y necesitas encontrar una nueva forma de ganarte la vida.
- Aunque tu empresa actual va bien, ya sientes el gusanillo de volver a crear un proyecto nuevo.
Como ves son tres situaciones de partida muy diferentes, pero en todas ellas los miedos son (más o menos) parecidos.
Así que vamos a ver cuáles son y cómo vencerlos.
👉 1. «No voy a ser capaz»
O como también lo solemos llamar: miedo a fracasar.
Uno de los temores más habituales entre los emprendedores, y que suele aflorar en forma de preguntas como:
- ¿Podré gestionar este nuevo proyecto y a la vez trabajar en mi negocio actual?
- (Si has tenido que cerrar tu anterior empresa) ¿De verdad voy a ser capaz de empezar desde cero otra vez?
- ¿Y si me estoy equivocando y este proyecto nuevo no tiene futuro? (de esto hablaremos más adelante en el post).
Tener esas dudas es más que normal. Ya sabes lo que dicen, si no tienes miedo es que no es importante.
Pero piensa que hay emprendedores de todo tipo:
- Los que tienen más de 40 años… o menos de 20.
- Los que no tienen ninguna experiencia, y aun así salen adelante.
- Los que son emprendedores por vocación y se pasan la vida montando negocio tras negocio (y superando un error tras otro).
Si ellos fueron capaces de vencer sus propios miedos y obstáculos y alcanzar el éxito, ¿por qué no ibas a serlo tú?
Es como aprender a nadar: la única manera hacerlo es lanzarte a la piscina.
Pero ojo, nadie dijo que tengas que hacerlo sin flotadores. 😉
👉 2. «¿Y si mi idea no es lo bastante buena?»
“No sé, creo que este negocio puede ser bueno… pero ¿qué pasa si me estoy equivocando? Debería pensarlo un poco más”.
Mucho cuidado con esto.
Si tienes un perfil más cauto, es probable que te veas en la tentación de pasarte meses, o incluso años, en esa fase de análisis. Recabando datos para estar seguro de que tu proyecto tiene futuro.
Y la cuestión es que, por mucho que analices, nunca vas a tener garantías absolutas (de hecho corres el riesgo de quedarte paralizado por exceso de información).
Lo que te aconsejamos es que:
- Busques una idea de negocio que solucione una necesidad del mercado (y por supuesto, que sea un área que te apasione).
- Crees un servicio “beta” y empieces por ofrecérselo a un grupo reducido de potenciales clientes, para validar la idea.
- Si funciona, empiezas por dedicarle unas horas al día, en los ratos libres que tengas, hasta que empiece a crecer.
¿Y si no funciona?
Pues al menos lo averiguarás sin haberte pasado meses dándole vueltas para nada, además de que tendrás feedback real del mercado para mejorarla.
Al final la mejor manera de aprender qué necesitan tus clientes es trabajando con ellos. No intentes leerles la mente.
👉 3. «Creo que me falta la preparación necesaria»
¿Y cuál es el problema? 😉
A ver, habrá casos en los que querrás emprender en algo donde no tienes los conocimientos básicos (muy común cuando piensas en reinventarte profesionalmente).
Aquí la solución está clara: busca una formación profunda, que te dé las bases necesarias para arrancar.
Y una vez la hayas terminado (o incluso antes), empiezas a buscar clientes.
Te decimos esto último porque es muy habitual que, cuando estás llegando al final de la formación, empiece a aparecer esa vocecita que te dice: “Haz otro curso más, todavía no estás listo…”.
Ese es tu Síndrome del Impostor.
Y si dejas que se apodere de ti, terminarás encadenando curso tras curso sin atreverte a dar el salto nunca.
Una vez dominas los conceptos básicos del área en la que quieres montar tu negocio, la única forma de mejorar es la práctica.
👉 4. «¿Qué pasa si pierdo lo que he invertido?»
Esta es muy fácil: no inviertas mucho.
“Sí, claro, así cualquiera monta un negocio, no te fastidia”.
Espeeeeera, no te enfades.
Sabemos que suena absurdo, pero lo decimos muy en serio. Porque emprender un negocio online en realidad es bastante barato.
No necesitas alquilar un local ni nada, solo una web y un servidor donde alojarla.
Y un ordenador, claro.
Ojo, la inversión inicial que necesites variará según el modelo de negocio que elijas. No es lo mismo ofrecer servicios que montar una tienda online con stock, por ejemplo.
Pero la cuestión es que si el dinero era tu mayor obstáculo, ve buscando otra excusa (o mejor aún, déjate de excusas y echa a andar). 😉
👉 5. «No tengo claro cómo conseguir clientes por Internet»
Este punto podría ser la cara B del anterior.
Porque sí, emprender online es muy barato… pero también tiene sus complicaciones.
Si nunca lo has hecho, pasar de vender offline a online es difícil. Las reglas cambian, las estrategias son diferentes.
Pero lo que queremos transmitirte es que en realidad no es tan complicado.
Lo primero es tener una web. Incluso una con un diseño simple puede servirte para arrancar.
Y una vez la tienes, le llevas tráfico a esa web a través de:
- El boca a boca: difunde la voz entre tus amigos, familiares, tus contactos de WhatsApp… Incluso entre tus actuales clientes.
- Afiliados: los afiliados son personas que ya tienen una comunidad que confía en ellos, y que venden tu servicio entre sus seguidores. Por cada cliente que te consiguen, se llevan una comisión (y si no ganas nada, no pagas nada).
- Guest posts: una forma muy interesante de ganar visibilidad cuando estás arrancando es escribir posts de invitado en otros blogs de referencia de tu sector (cuidado con forzar la máquina).
- Posicionamiento SEO: es lo más complicado, pero es esencial. Piensa que los clientes captados con SEO son mucho más rentables que con cualquier otro sistema.
Aunque cuando acabas de arrancar quizá no te sea posible, lo ideal es que a medio y largo plazo combines el SEO y la publicidad en Google para captar más clientes (y desarrollar una estrategia más rentable).
Ahora demos un salto al futuro.
👉 6. «¿Y si tengo (demasiado) éxito con este proyecto?»
A mucha gente le resulta extraño oír hablar de la muerte por éxito. ¿Cómo puede ser el éxito algo malo?
Y sin embargo, seguro que tú ya sabes que es una posibilidad muy real.
Por ejemplo, supongamos que después de un tiempo, tu proyecto secundario ha crecido y te demanda cada vez más tiempo.
Llegados a este punto tienes que tomar una decisión, porque no puedes mantener dos empresas a la vez.
El problema es que no te gustaría ni abandonar el negocio en el que llevas años trabajando, ni dejar de lado este nuevo, que también te ilusiona. Pero o encuentras una solución, o el que acabará partido por la mitad serás tú.
¿Cómo lo haces?
Tienes dos posibilidades básicas:
- Delegar: este momento llega tarde o temprano. Y aunque a veces resulta difícil, es necesario si quieres seguir creciendo. Tú decides si quieres delegar solo algunas tareas de tu negocio o dejarlo por completo en manos de otra persona para centrarte en tu nuevo proyecto.
- Automatizar: otra opción muy popular es «productizar» tu servicio y crear un embudo de venta automatizado, de manera que tú no intervengas nada o casi nada en el proceso. Por ejemplo, si eres asesor financiero, en lugar de atender directamente a tus clientes puedes volcar tus conocimientos en un curso online sobre educación financiera.
Por supuesto, estas dos opciones se pueden combinar (puedes crear un curso online y contratar a profesionales para ofrecer soporte a los alumnos, por ejemplo).
✅ ¿Listo para superar tus miedos y lanzarte a emprender?
Si has llegado hasta aquí es porque, en el fondo, sabes que esos miedos que sientes ahora mismo no te van a frenar.
Y es que como te decíamos, ellos van a ser tus compañeros de viaje más fieles. Van a estar ahí durante todo el camino (y los vas a notar más que nunca en los momentos difíciles).
Pero con el arsenal que te hemos dado, tienes suficiente para impedir que se conviertan en tu obstáculo para avanzar.
Ahora te toca a ti.
Da los primeros pasos (o tírate al agua, según lo que te guste más) y haz realidad ese proyecto con el que llevas tiempo soñando.
Nos vemos en el camino. 😉